Desafío
Ante la insistencia tanto del gobierno federal como del contribuyente, los complejos proyectos públicos de Ameresco se rigen por estándares de excelencia. Ameresco necesitaba una forma de agilizar estos complejos proyectos y consolidar la eficiencia. Las necesidades iban desde organizar reuniones de proyecto quincenales con partes interesadas geográficamente dispersas hasta controlar y distribuir documentos, así como cumplir con las exigencias federales de supervisión remota y generación de reportes.
Solución
Ameresco decidió realizar una prueba piloto de la plataforma de administración de la construcción de Procore donde más útil sería: un proyecto complejo y geográficamente disperso llamado Programa Nacional de Modernización Energética Profunda n.º 2. El centro transparente y de fuente única de Procore consolidó todas las comunicaciones y los flujos de trabajo automatizados, y aclaró las innumerables partes móviles del complicado proyecto dentro de una plataforma colaborativa.
Resultados
“Es tanto lo que ahorramos en términos de trabajo que debe rehacerse, que es literalmente imposible documentarlo correctamente. Así de importante es para nosotros.”
Patrick Mcnabb
Director Sénior de Construcción
Alcance y magnitud abrumadores
Ameresco es un importante proveedor independiente de actualizaciones de infraestructura energética y soluciones de energías renovables para empresas y entidades gubernamentales. Sus actualizaciones de infraestructura energética y rendimiento para las instalaciones del gobierno federal combinan magnitud y complejidad con un entorno riguroso desde el punto de vista normativo. Recientemente, el Marine Corps Recruit Depot de Estados Unidos (MCRD) en Parris Island, desarrollado por la compañía, recibió el premio al Mejor Proyecto del Año en el programa Premios al Liderazgo en Medio Ambiente y Energía, mientras que el Programa Nacional de Modernización Energética Profunda n.º 2 de la GSA, un proyecto geográficamente disperso, puso a prueba los límites mismos de la gestión de proyectos. "El proyecto de la GSA tenía once edificios en cinco ciudades de tres estados", explica el director sénior de Construcción de Ameresco, Patrick McNabb. "Todos eran edificios federales de usos múltiples y cada uno era, en la práctica, su propio proyecto con sus propias partes interesadas, su propia cadena de aprobación y su propia cadena de coordinación". El proyecto de Parris Island también incluyó una impresionante capacidad instalada de generación de energías renovables: 10,5 megavatios.
Una plataforma para todos los usos
"Al principio, buscamos agilizar y mejorar el control de documentos", dijo Alycia Reynolds, gerente administrativa sénior de proyectos federales de Ameresco. "Queríamos un sistema en el que todo estuviera disponible de inmediato, de modo que los asociados de nuestra División Federal pudieran revisar fácilmente todos nuestros proyectos y ver los estándares que implementamos". Procore centralizó la administración de documentos (y todas las comunicaciones) en una plataforma transparente, abordando el objetivo interno de contar con un ecosistema de documentos sellado y con funciones de seguimiento.
¿Qué hay de los requisitos de ciberseguridad de las partes interesadas? Después de todo, era el gobierno federal. Nicole Bulgarino, que dirige la División Federal de Ameresco, responde la pregunta. "Procore tenía un modelo basado en la nube aceptable y la forma en que administraba su firewall y su seguridad satisfacían a nuestros clientes más exigentes, como el Departamento de Defensa, el Departamento de Asuntos de Veteranos y la Administración de Servicios Generales. Procore nos permite aprovechar ese intercambio en tiempo real con los clientes sin dejar de cumplir con sus protocolos".
Una historia sobre el trabajo que debe rehacerse
Patrick McNabb habla acerca del trabajo que debe rehacerse y cómo evitarlo. "Parris Island fue un proyecto muy interesante. Se implementaron sistemas de iluminación, agua y administración de la energía en más de 120 edificios. En el caso de la planta combinada de calor y energía, había requisitos muy exigentes sobre los cimientos de los equipos, que requerían ajustes constantes ante cualquier cambio en la potencia instalada o la interfaz de los equipos". Los cambios suelen percibirse como el enemigo de la velocidad, pero ¿necesariamente lo son? "En más de una ocasión —continúa Patrick— pudimos capturar y adaptar el diseño del encofrado y los refuerzos de estos cimientos momentos antes de la colocación programada del hormigón. Al tener nuestra información a mano en tiempo real, podíamos transmitirla al equipo en cuestión de minutos, directo del ingeniero a los dispositivos del gerente de proyecto y del gerente de construcción en la obra. Hubo varias situaciones concretas en las que este intercambio de información en tiempo real nos evitó rehacer trabajo".